Nuestra Villa
Nuestra villa

Desde Valladolid, saliendo por la N-122, a 16 kilómetros de distancia, se encuentra esta villa castellana rodeada casi por completo por el río Duero que le da nombre.

El río forma un meandro alrededor de la villa, y en otra época fue la base de su defensa, circunstancia que fue aprovechada por los romanos que convirtieron este lugar en un asentamiento estratégico y en la Edad Media, fue línea defensiva contra los musulmanes y sirviendo de inexpugnable frontera.

En el núcleo histórico de Tudela se encuentra su principal edificio, la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, visitable contactando previamente con la Oficina de Turismo (AUDITORIO 983- 450 700). Iglesia de la Asunción

Se levanta en el siglo XVI en estilo gótico, cerrándose con bóvedas de crucería estrellada, terceletes y combados.

Su fachada se abre al sur mostrando una gran hornacina que enmarca la portada, atribuida a Juan de Escalante.

En su interior conserva uno de los mejores retablos de la provincia, dedicado a la Asunción de Nuestra Señora(1572-1615). Una grandiosa obra de escultura policromada que se atribuya a varios artistas como Manuel Álvarez, y Juan de la Maza, pero en algunas tallas se aprecia la mano de Gregorio Fernández. Se compone de banco, tres pisos  cinco calles, separadas por columnas, entre las cuales destaca un apostolario casi completo.

Cabe destacar en un retablo auxiliar, una Virgen, obra de Juan de Juni, conocida como la Virgen de los Frutos, del siglo XVI, en la que se representa a la Virgen con el Niño y un ramo de frutas en su regazo.

Cruzando el puente en dirección a Soria, se ubica la Ermita del Humilladero de la Quinta Angustia, construida en el siglo XVI en estilo herreriano, con fachada en arco de medio punto y frontón triangular.

Interesante es el retablo que guarda del Descendimiento. Actualmente se utiliza como Sala Municipal de Exposiciones.

Volviendo sobre nuestros pasos, en la calle principal, cercanos ya a un parque, al lado de la carretera, y muy cerca de la puerta donde estuvo en su primera ubicación, aparece en una hornacina, la Virgen de la Guía, hermosa talla gótica del siglo XIV con el Niño en brazos. Estuvo hasta los años 30 situada sobre el arco de entrada a Tudela junto con el escudo de la villa. Hoy ese escudo sigue, pero debajo de la hornacina en la que está la Virgen.

Seguimos hacia adelante por la calle principal, y llegamos hasta la otra ermita de la localidad, la Ermita del Santo Cristo. Edificación del siglo XVI con fachada de sillería que presenta una doble arcada apoyada en un pilar común.

En su interior la bóveda es de crucería estrellada. Dentro, en el altar, estaban situadas junto a un Cristo Crucificado, dos tallas de la Virgen y San Juan, próximas al círculo de Juan de Juni, conformando así un auténtico calvario de tamaño natural, que hoy se encuentra al lado de la pila bautismal de la Iglesia Parroquial.

El resto del núcleo se caracteriza por tener varias casas nobles, realizadas en piedra y ladrillo macizo que datan del siglo XVI y XVII. Destacar la Casa de la Cruz, de estilo herreriano. También debemos mencionar el Arco de San Miguel, único resto de la primera iglesia parroquial que hubo en Tudela de Duero. Se trata de un arco gótico fechado en el siglo XII.

En cuanto a las fiestas más representativas, debemos mencionar la Feria de Exaltación del Espárrago Tudelano, el primer fin de semana de junio, donde se degusta el producto estrella de la localidad. Desde 1985 se celebra la fiesta de la exaltación de este producto. Su calidad y textura le han hecho ser merecedor de estar en las mesas de los mejores restaurantes. Además, esta fiesta es aprovechada para dar a conocer diferentes productos de Tudela de Duero, así como la cerámica y la artesanía de la zona.

La noche de víspera de Santiago Apóstol, el 24 de julio, se celebra la popular "pedida de toros" donde los vecinos se congregan en la Plaza Mayor y al grito de "toros sí, vacas no", piden al alcalde que les conceda toros para correr en las fiestas.

Las Fiestas Patronales son en honor a la Asunción de Nuestra Señora y San Roque, entre el 14 y el 18 de agosto. La principal animación son las peñas, y los encierros de toros los que gozan de mayor popularidad. Su historia se remonta al menos al año 1474, según se lee en el Libro de Cuentas de los Mayordomos del Concejo, donde se detallan los gastos de compra de toros y de los trabajos para hacer barreras y talanqueras.

Los toros, el baile, los fuegos artificiales, los juegos y los concursos infantiles completan el programa festivo.

Otras celebraciones son, San Blas, el 3 de febrero; el día de las Águedas; los Carnavales; San Isidro o Santa Cecilia, el 22 de diciembre.

Fotografía sin título

El pueblo además cuenta con una buena infraestructura tanto hotelera como hostelera, donde aparte de comer unos buenos espárragos, se puede beber un buen vino de la zona, y sino degustar unos pastelitos, bizcochos o pastas de té típicos todos ellos de Tudela.

También podemos acercarnos a Herrera de Duero, pequeño núcleo con bastantes restaurantes. Su paisaje es encantador, junto al río y rodeado de pinares.

Siguiendo con Tudela, como ya se ha dicho, el término municipal cuenta con infinidad de rincones por los que hacer senderismo, mountain bike, equitación, piragüismo... por la Mambla, la Cuchilla, el Perdigón, la Senda de los Aragoneses, etc.

En la Oficina de Turismo, se podrán recoger las guías para conocer mejor las diferentes rutas con explicaciones tanto históricas como sobre la flora y fauna específica de cada zona.

Dispone también de un Aula de la Naturaleza Santinos.